Desde las alturas de los Andes colombianos desciende una tradición culinaria que ha acariciado paladares por generaciones. La mezcla de sabores y texturas es un homenaje a la diversidad del país. En el corazón de esta tradición se encuentra el ajiaco santafereño, un plato que es sinónimo de hogar y calor para muchos.
En una olla, el murmullo del agua al hervir es la antesala a un concierto de sabores. La combinación de ingredientes seleccionados no solo nutre el cuerpo, sino también el alma. El ajiaco santafereño, con su distintivo uso de la guasca, es un plato que encapsula la esencia de Colombia.
Ingredientes:
- 2 pechugas de pollo
- 4 mazorcas de maíz
- 2 ramas de guascas
- 3 variedades de papa (sabanera, pastusa, criolla)
- 2 litros de agua
- Sal al gusto
- 1 taza de crema de leche
- Alcaparras y aguacate para servir
Modo de preparación:
- En una olla grande, colocar las pechugas de pollo con agua y sal al gusto. Cocinar a fuego medio.
- Una vez el pollo esté cocido, retirarlo y desmenuzarlo. Reservar el caldo.
- Agregar al caldo las mazorcas partidas en trozos y las papas peladas y cortadas en cubos. Cocinar a fuego medio.
- Cuando las papas estén blandas, añadir el pollo desmenuzado y las guascas. Cocinar por 5 minutos más.
- Servir caliente, acompañando con crema de leche, alcaparras y aguacate al gusto.
Consejos para mejorar el ajiaco santafereño:
Realzar el sabor del plato puede ser tan simple como utilizar ingredientes frescos y de calidad. Optar por pollo de corral y mazorcas recién recolectadas hará una notable diferencia. Además, el uso moderado de las guascas es clave; su sabor es potente y puede sobresalir fácilmente. Por último, un toque de creatividad no sobra. Aunque la receta tradicional es insuperable, añadir un ingrediente personal puede ser el secreto para hacer de esta preparación una experiencia inolvidable.
